miércoles, 14 de enero de 2009

La narración cinematográfica "clásica"


Sin duda lleva la marca de las grandes formas novelísticas del siglo XIX. Griffith, por lo demás, ha reivindicado de manera explícita el ejemplo de Dickens para justificar algunas de sus osadías narrativas. Así es como el cine, primero bajo la influencia dominante de la escena teatral (espectáculos populares y luego teatro clásico. Véase El asesinato del Duque de Guisa en 1908), de su desglose en cuadros y de su punto de vista sobre la historia contada (las escenas filmadas de frente dominan la producción hasta los años 20), ve como sus formas narrativas reciben la influencia de la novela. La movilidad y la flexibilidad cada vez mayores del punto de vista son claros indicios de ello. La cámara ya no se limita a grabar la escena desde fuera, desde el lugar del espectador de orquesta. Puede ocupar el lugar de uno u otro de los protagonistas y hacer alternar los puntos de vista de los personajes con el director. Sin embargo, el espectador de cine no es un lector de novelas. Debe tener puntos de referencia visuales de manera que el espacio y el tiempo de la narración cinematográfica permanezcan claros, homogéneos y se encadenen lógicamente.

Las técnicas cinematográficas utilizadas en la narración clásica estarán, por tanto, subordinadas a la claridad, a la homogeneidad, a la linealidad, a la coherencia de la narración, así como, por supuesto, a su impacto dramático.

Dominarán la escena (duración de proyección = duración diegética) y la secuencia (conjunto de planos que poseen una fuerte unidad narrativa); estarán separadas -o más bien vinculadas- por figuras de separación claras (el fundido a negro, el fundido encadenado, frecuentemente integrados a su vez en la historia, como ha mostrado Christian Metz, para "expresar" el paso del tiempo, el cambio de lugar, el cambio de estado físico o psicológico). El encadenamiento de las escenas y de las secuencias se desarrolla según una dinámica de las causas y de los efectos clara y progresiva. La narración se centra generalmente en un personaje principal o en una pareja (el sistema del estrellato ha contribuido a reforzar esta regla del guión) caracterizados de manera bastante clara y confrontados a situaciones conflictivas. El desarrollo aporta al espectador las respuestas a las preguntas (y eventualmente enigmas) que la película plantea en su transcurso.

La instauración a la vez rápida y progresiva de los grandes géneros ha contribuido a la homogeneización de las narraciones cinematográficas. En efecto, cada género incluye características específicas a nivel de los contenidos (tipo de personajes, de intrigas, de decorados, de situaciones) y de las formas de expresión (iluminaciones, tipos de planos privilegiados, colores, música, desempeño de los actores, etc.) Según Marc Vernet, en un momento dado de su evolución, un género se define tanto por lo que no incluye cuanto por lo que forma parte integrante de él. El espectador goza así del placer del reconocimiento sin correr el riesgo de ser perturbado por elementos de desorden estético.

Hemos puesto el término de "transparencia" para designar la calidad específica de este tipo de películas donde todo parece desarrollarse sin tropiezo, donde los planos y las secuencias se encadenan aparentemente con toda lógica, donde parece que la historia se cuenta sola.

Sin embargo, el cine clásico ha producido también películas más complejas, más sofisticadas respecto a los dispositivos narrativos, menos cómodas quizá para el espectador (se dirá entonces que estas películas ya eran "modernas"). Pensemos, por ejemplo, en las películas con flash back (vueltas atrás), como Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1940) o Amanece (Le jour se lève, 1939), dos películas que representaron un modelo para numerosas producciones posteriores, o en películas con puntos de vista múltiples (otra vez Ciudadano Kane, Las Gilrs-Les Girls, La condesa descalza-The Barefoot Contessa, Rashomon) o en películas con un narrador que utiliza una forma ambigua o insólita (Laura, El crepúsculo de los dioses-Sunset Boulevard-, Carta a tres esposas-A Letter to three Wives-, etc.) En estos casos, la estructura en escenas y secuencias, el respeto a las reglas del montaje (muy relativo por cierto en el caso de Ciudadano Kane), la escrupulosa claridad de las informaciones espacio-temporales compensan la complejidad de la narración.


François Vanoye Anne Goliot-Lété "Principios de análisis cinematográfico"